Después de la pausa veraniega, después de esos excesos del verano, ahora toca contratar los servicios del mejor monitor de gimnasio que existe sobre la faz de la tierra, un auténtico sargento, conocedor de hasta el último centímetro de músculo de tu cuerpo para sacar el mayor rendimiento y fustigar hasta la última reserva de grasa.
Se terminó los dulces, refrescos, pizzas y demás productos alimenticios que hacen multiplicar tu volumen por mil. Es hora de atacar a esos michelines rebeldes y castigarlos con un duro entrenamiento hasta que desaparezcan de tu cuerpo.
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